[vc_row type=”in_container” full_screen_row_position=”middle” column_margin=”default” scene_position=”center” text_color=”dark” text_align=”left” overlay_strength=”0.3″ shape_divider_position=”bottom” bg_image_animation=”none”][vc_column column_padding=”no-extra-padding” column_padding_position=”all” background_color_opacity=”1″ background_hover_color_opacity=”1″ column_link_target=”_self” column_shadow=”none” column_border_radius=”none” width=”1/1″ tablet_width_inherit=”default” tablet_text_alignment=”default” phone_text_alignment=”default” overlay_strength=”0.3″ column_border_width=”none” column_border_style=”solid” bg_image_animation=”none”][vc_column_text]Los concentradores de vacío centrífugos utilizan una combinación de fuerza centrífuga, vacío y calor para evaporar rápida y suavemente múltiples muestras pequeñas a un estado de sedimento seco o húmedo.
Hay muchas aplicaciones diferentes para la evaporación centrífuga, incluida la concentración de polinucleótidos y muestras de proteínas, análisis de residuos, concentración de mezclas de agua y disolvente, toxicología y análisis forense, química combinatoria y análisis de alimentos y medio ambiente. Debido a la naturaleza de los disolventes utilizados, se recomienda una bomba con alta resistencia química y buena tolerancia a los condensados.
Las consideraciones para seleccionar la bomba óptima incluyen:
Control de vacío sensible
Funcionamiento sin aceite con excelente compatibilidad química
Capacidad para procesar vapores húmedos
Contáctenos para discutir las bombas KNF y su aplicación única con uno de nuestros expertos técnicos.