La inspección de la corrosión de los pernos de anclaje estructural puede ser bastante desafiante. La razón es que el acceso a estos elementos enterrados suele ser muy difícil. La parte visible del perno suele ser de mala calidad y las pruebas mecánicas, como la extracción, no son una opción. Las pruebas ultrasónicas no destructivas de los pernos de anclaje proporcionan un método muy bueno para probar el estado de corrosión.
La condición de los pernos de anclaje puede permanecer desconocida, porque están incrustados dentro de la base de concreto. Sin embargo, con el tiempo, la corrosión puede iniciarse y propagarse a lo largo del ancla. Esto dará como resultado la pérdida del área de la sección transversal efectiva y, finalmente, una menor resistencia. La corrosión de la superficie del ancla también resultará en una mala unión entre el ancla y el hormigón, lo que afectará la resistencia de los pernos. En última instancia, la corrosión puede provocar grandes grietas a lo largo del ancla.
La naturaleza progresiva de la reacción de corrosión, cuando se combina con cargas estructurales (es decir, cargas dinámicas, maquinaria vibratoria, etc.) puede resultar en eventos catastróficos. Por lo tanto, es necesaria una inspección y evaluación periódicas de estos pernos.
Los ingenieros utilizan una combinación de señales indicadoras (inspección visual) y pruebas mecánicas (es decir, prueba de extracción) para subestimar el estado actual de los pernos de anclaje. Tinción de óxido, aumento del movimiento vibratorio, desalineación del equipo, desplazamiento extraordinario son algunos de los signos reveladores que generalmente se utilizan para evaluar el estado actual de los pernos de anclaje. Sin embargo, la mayoría de las anomalías en los pernos de anclaje permanecen ocultas hasta que ocurre un desastre (como un terremoto o cualquier otra sobrecarga significativa).
Se aplica un análisis de dominio de tiempo junto con un dominio de frecuencia para detectar anomalías y deficiencias (como defectos de corrosión, grietas); y conocer la sección transversal promedio disminuida debido a la corrosión.
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